Devotas portadoras de la imagen de San Pascual Bailón,
Lagunitas, Ricaurte, estado Cojedes
Al igual que el culto a otros santos o divinidades,
la devoción a San Pascual Bailón se manifiesta en la creencia en los poderes
milagrosos de este Santo como una manera de solucionar los problemas
cotidianos. Es así como San Pascual asiste a las personas en enfermedades,
ayuda a encontrar objetos perdidos, y propicia las buenas siembras y cosechas.
Todas estas creencias forman parte de la fe, de
acuerdo a Pollatz-Eltz (1989): «La fe es un rasgo muy humano. La fe en los
santos, héroes populares o grandes hombres está en la base de toda religiosidad
expresada en cultos auténticos de las religiones. La fe en Dios está en la base de la
eficacia de los santos populares porque ellos reciben sus poderes y están en
contacto con él. Así logran conseguir beneficios para los vivos.”.
De esta manera San Pascual Bailón es un mediador o
intercesor ante Dios y para lograr la concesión de un milagro lo más importante
es la fe. Su devoción abarca toda la cristiandad hasta lo más
remoto de las Indias y se acentúa en España, Italia, México, Guatemala
y Venezuela.
La devoción a este maravilloso Santo tiene tres
raíces: indígena, negra, europea que varía de acuerdo a la forma asumida en
cada región. De allí que es necesario realizar una síntesis descriptiva de su
vida y de los lugares que dieron origen a esta devoción.
Detalle de la procesión de los devotos. Lagunitas, Ricaurte, estado Cojedes
Biografía: Pascual nació en Torre Hermosa, provincia
de Aragón (España) el 17 de mayo de 1540, en plena fiesta Pascual de
Pentecostés, por ello fue bautizado con este nombre. Fue hijo de Martín Bailón
e Isabel Jubera. Hasta los 25 años, Pascual pastoreó las ovejas de su padre y,
al culminar sus faenas diarias, se dedicaba a venerar a nuestra Señora de la
Sierra, a quien le dirigía sus piadosas oraciones, al mismo tiempo, que consagraba largas horas en aprender a leer
y escribir, pues su pobreza no le
permitía ir a la escuela. En 1565 ingresó a la orden Franciscana donde se
caracterizó por su vida ejemplar de bondad y fe cristiana. Murió a la edad de
60 años, el 17 de mayo de 1592 en el Convento de Villarreal, fue beatificado en
1618 y canonizado por el Papa Alejandro VIII en 1690. Para el año 1897, la Santa
sede lo proclama Patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Cofradía del
Santísimo Sacramento, por lo que en su iconografía se le ve acompañado de
custodia o cáliz.
Tras su muerte ocurrió un hecho muy significativo, que
constituye para sus creyentes la verificación de un milagro, tal vez el primero
en su historia santa: en el Convento de Villarreal cuando el sacerdote al
celebrar la misa elevaba la santa hostia, San Pascual abrió los ojos en señal
de adoración. Este hecho afianzó en los integrantes de la orden Franciscana su
admiración por las maravillas de quien en vida fuese su hermano; razón por la
cual en sus prácticas evangelizadoras fomentaron en los pueblos de misión la devoción
a San Pascual Bailón.
Pueblo devoto y promeseros en homenaje a san Pascual Bailón. Lagunitas, Ricaurte, Cojedes.
Veneración de San Pascual Bailón: Desde España, su
lugar de nacimiento y donde transcurrió su vida humilde y sencilla, los frailes
de la orden Franciscana en su acción evangelizadora extendieron la veneración a
este maravilloso santo en los poblados indígenas reducidos por cada orden,
erradicando de esa forma la creencia en diversidad de dioses.
A San Pascual se le conoce como el Centinela
Universal de la Iglesia y, especialmente, en España, son tantos y tan
grandes sus milagros que sus creyentes afirman que todo lo alcanza de Dios y
concede a quienes lo llaman cuanto le piden. Así, en esas tierras le han
dedicado devotos altares, capillas y templos. En el año de 1762 la Villa
Jorquera y la Villa de Alarcón lo eligen como patrono de todos sus lugares y
Estados, introduciéndolo más vivamente
en los reales palacios y en los corazones de los reyes.
Entre sus milagros se cuentan que siendo reyes de
Nápoles y Sicilia: Don Carlos III de Borbón y Doña María Amalia, carecieron de sucesión varonil por muchos
años; llegó entonces a Nápoles desde la Provincia de San Pascual, Fray Serafín
de la Concepción religioso devotísimo del Santo de quien tenía una reliquia que
obraba prodigios. Su fama llegó a la reina y ésta llamó a Fray Serafín
comunicándole su desconsuelo y le encargó pidiera al santo por ella, éste le
contestó que hiciera con fe y con mucha devoción la novena al Santo y lograría
su justo deseo.
La devota reina empezó la novena, y el día quinto sintió en el vientre, tres suaves golpes que
le llenaron de consuelo asegurándose la sucesión varonil, a éste le sucedieron
otros hasta el número de seis varones todos hijos de la intercesión de San
Pascual, cuyo nombre se puso a todos en el bautizo.
El muy fiel pueblo de Lagunitas, estado Cojedes, archivo de Luis Gerardo Mendoza.
En México y Guatemala: Los misioneros introdujeron
el culto a San Pascual y su veneración
perseguía extinguir los cultos idolátricos que existían en ambos países. De
aquí en adelante mexicanos y guatemaltecos se esmeraron en su devoción y culto.
Las festividades en honor al Santo en México se realizan desde el 17 hasta el
21 de mayo con bailes, rameadas, misas, desfiles, juegos tradicionales.
Guatemala le canta misa en su honor cada 17 de mayo, en señal de veneración y
respeto danza con el Santo paseándolo de mano en mano.
Bailadores promeseros a San Pascual Bailón. Lagunitas, Cojedes.
En Venezuela: La tradición de San Pascual es muy
difundida; el culto a este Santo arraigado en algunas regiones del territorio
nacional, presenta connotaciones que varían de un lugar a otro. La veneración a
este personaje del Santoral Católico se extendió desde Barlovento, Barcelona,
Sanare, Las Vegas y Lagunitas (Cojedes) y se realiza en casa de cada devoto de
turno.
Oración a San Pascual Bailón. Lagunitas Ricaurte, Cojedes
San Pascual en Lagunitas: Esta población, ubicada en
la zona sur del estado Cojedes, constituye el marco situacional donde se desarrolla
el presente estudio fundamentado en bases conceptuales que datan desde los orígenes de
las creencias mágico-religiosas hasta las distintas formas rituales que
identifican el hecho en cuestión.
Este pueblo conocido bajo el nombre de la misión de
“La Divina Pastora del Jobal”, se funda el 3 de enero de 1751, por el padre
Capuchino Fray Miguel Francisco de Vélez, junto al padre Fray Gregorio Benacoaz, con indios Achaguas, Guamos, Taparitas y
Otomacos.
Dichos pueblos constituyeron el elemento de la raíz
local y, a partir de ellos, se desarrolló la cultura folklórica con elementos
incorporados por los misioneros. Más tarde, al arribo de los esclavos africanos
a Lagunitas, la cultura local asimila elementos de la religiosidad popular
católica que aún persisten en la población, presentes en las procesiones,
velorios, novenarios, fiestas patronales, devoción y culto a los santos, donde
se evidencia un marcado sincretismo religioso.
Esta influencia de las culturas mencionadas en la
conformación de este Pueblo de Misión se hace presente en la veneración a San
Pascual Bailón. Dicha manifestación
popular significa una lucha de los lagunitenses por mantener su identidad y preservar
sus costumbres y tradiciones folklóricas.
El culto a San Pascual Bailón en Lagunitas, es como
una historia sagrada y se trasmite de generación en generación. Su devoción
reúne a los creyentes en la misma búsqueda de la fe que profesan. En el pago de
promesas a San Pascual Bailón en Lagunitas se incorpora lo mágico-religioso con
la realidad donde el creyente improvisa una explicación que le satisface para
cualquier circunstancia.
La mentalidad particular de este pueblo basada en la
devoción a San Pascual, se revela en las peticiones para mejorar la salud, en
la búsqueda de objetos perdidos, cuestiones de estudios, pero se enfatiza en la
siembra y el cultivo de la tierra, cuyas óptimas condiciones han dado a los
habitantes fe en los milagros concedidos; y quienes le ofrecen a cambio
reliquias, cantarle, bailarle y pasearlo alrededor da la casa del promesante.
Emblema de San Pascual Bailón (archivo de Félix Becerra), Lagunitas, Cojedes
Origen de la devoción a San Pascual Bailón en
Lagunitas: Se dice que la imagen de San Pascual Bailón fue llevada, en el año
1800, por unos desconocidos vendedores de santos que llegaron al Caserío Juan
Libre o El Alfareño (Camoruco), en las afueras de Lagunitas. Al conversar con
el Comisario Mayor, Rafael Alfaro, para explicar el motivo de su visita, los
vendedores le muestran la imagen de San Pascual Bailón y la de San Rafael, el
Pescador: eran los dos últimos santos que le quedaban y Alfaro los compró.
Al tiempo, el comisario Alfaro se marcha hasta Santa
Rita, estado Portuguesa, pero no quiere llevarse los Santos, razón por la cual
los pone en venta, al considerar que forman parte de la fe y devoción de
quienes allí habitan.
La señora Juana Hernández, habitante del caserío los compra y paga tres
pesos por cada uno. Doña Juana, era comadrona y sanaba con medicina natural
cualquier luxación o descompostura que sufriera una persona, ella se encargó de
la custodia del Santo a quien promete que su devoción se transmitiría de
generación en generación.
Durante su vida continuó realizando los actos de
adoración y custodia, a la edad de 120 años muere. En su lecho de muerte, su
hija Pascuala, cuyo nombre es en honor al Santo, promete continuar la
tradición. Al morir Doña Juana, todo
cambió; la gente comenzó a trasladarse a otros lugares y Doña Pascuala
Hernández, junto con sus hijos Felicia y Balbino quedaron solos, por eso se
mudaron a Cantarrana (hoy La Pastora) en Lagunitas. Posteriormente, doña
Pascuala muere a la edad de 110 años, ella también era comadrona y curaba
descomposturas.
Al morir esta, el santo pasó a manos de su hijo
Balbino, quien lo custodió por varios años; con gran devoción cuidó este Santo,
ya arraigado en el sentir del pueblo. Don Balbino enferma y al saber de su
gravedad pidió que en su entierro le tocaran un San Pascual. El 19 de febrero
de 1993, a la edad de 80 años Don
Balbino muere en San Carlos. El 20 de febrero, sus restos se sepultan en el
cementerio de Lagunitas, con el acompañamiento de cuatro, maracas, bandolina y
guitarra y un niño lo despide cantándole un San Pascual, cumpliendo así su
última petición.
Luego de la muerte de don Balbino, la imagen de San Pascual permaneció en la casa
de Cantarrana bajo el cuidado de Francisca Hernández, la cieguita, y Francisca
Morales (hermana de Don Balbino), quienes, junto con Flor María Hernández y
Felicia Hernández (su hermana mayor) se encargaron de continuar la tradición.
La imagen de San Pascual bailón es tallada en
madera, su traje es de estilo Franciscano y sostiene en la mano derecha un
cáliz litúrgico, sobre los hombros lleva una capa o pañuelo color oro, en la
cintura un cordón y a lo largo del traje siete botones de color dorado.
Aguardando a San Pascual Bailón. Lagunitas, Ricaurte, Cojedes.
Culto a San Pascual Bailón: para iniciar su culto se
arregla un altar con un mantel blanco adornado con flores y velas encendidas.
Durante la danza, el cargador principal (la persona que cumple la promesa)
coloca un pañuelo en sus manos y sobre él deposita la imagen del Santo, seguido
por las rondas del baile.
El baile consta de siete, catorce o veintiún
galerones, según la promesa. Está integrado por siete niños, siete niñas y una
pareja de adultos. Los niños representan la inocencia, los adultos son los
responsables de la promesa. Las parejas a diferencia del promesante bailan
todos los galerones llevando en su mano derecha una vela encendida.
El cargador principal baila solamente la primera
copla cargando la imagen del Santo, hace diferentes figuras, valsea y zapatea;
las parejas de niños dan una vuelta alrededor de toda la casa. En cada promesa
que se cumple y al concluir el ritual guardan el Santo en un nicho de madera
con flores y reliquias, depositan las vetas en el altar y empieza la fiesta
hasta amanecer, esto es muy pintoresco y se amanece bebiendo, comiendo y
bailando.
La copla original de este baile aún permanece en
nuestra región en estado puro, con versos tan sencillos como la gente que lo
ejecuta. Se fundamenta en un galerón cuya copla dice:
I
San Pascual Bailón
por el mundo andáis (Bis)
la promesa que te debo
te la pago con bailar (Bis).
Con el correr del tiempo los docentes Juan Montoya,
Juan Vicente Márquez y Violeta Montoya, introducen nuevas coplas a la danza,
las cuales son:
II
La dueña e’ la casa
no sabe bailar (Bis)
y por eso me
pagó
pa’ bailarle a San Pascual
III
Con esta promesa
y del San Pascual (Bis)
que son siete galerones
que yo te voy a pagar (Bis)
IV
Diecisiete e’ Mayo
día de San Pascual (Bis)
he pagado la promesa
con el baile y el cantar (Bis)
El 17 de mayo no es el único día para homenajearlo,
cada vez que un devoto quiere agradecer los favores recibidos solicita en
préstamo la imagen de San Pascual y en su casa le rinde los honores
tradicionales bailándole y cantándole.
La imagen a San Pascual no sólo permanece en casa de
sus dueños, sino que va de barrio en barrio, recorre poblados y caseríos de
Ricaurte y de todo Cojedes a petición de sus devotos. Por eso, según B. Hernández, en entrevista
realizada el 17-05-92, indica que el Santo tuvo que ser restaurado, pues, en su
peregrinaje se cayó una vez y se le rompió la copa, a pesar del respeto con que
el pueblo lo trata.
Para el baile se emplean instrumentos como:
mandolinas, guitarras, cuatros y maracas. El vestuario utilizado, por las niñas
consta de una falda larga o corta floreada, blusa blanca, alpargatas negras o
de color, adornos (flores, collares, pulseras). Mientras los varones usan pantalón
de kaki, franela blanca, alpargatas negras, sombrero de cogollo, pañuelo de
cualquier color al cuello.
Entre los cantadores citamos a Justino Puerta,
Sabino Linarez, Martín Corona, entre otros. Entre los bailadores tendremos a Ramón
Moreno, Georgina Villanueva, Basiliza Puerta, todos ellos genuinos
representantes de esta danza folklórica.
El brindis para los músicos y visitantes consiste en
el popular sancocho, paella, torta, golosinas, chicha criolla y otras bebidas
de la localidad, guarapita, ron, amorcito, etc...
La necesidad de enfrentar los problemas
socio-económicos y culturales y la curiosidad del hombre para comprender estos
fenómenos lo han conducido a las Creencias mágico-religiosas que hoy persisten
en la sociedad con un solo modo común y una expresión distinta en cada pueblo.
De esta manera, la devoción a San Pascual Bailón en
Lagunitas, es para los creyentes una salida efectiva a sus problemas, por
cuanto ante una necesidad invocan a este milagroso Santo quien acude en su
auxilio. Su culto transmitido de generación en generación por la familia
Hernández en esta población presenta un marcado sincretismo religioso, producto
del mestizaje cultural donde se conjugaron los instrumentos, la música con el
culto y símbolos del ritual cristiano. Este elemento esencial de la cultura de
esta población constituye su identidad histórico-cultural que lo diferencia de
los demás pueblos. Por esta razón es necesario cimentar desde la escuela estos
valores, a fin de preservar en el educando su conciencia histórica e identidad
cultural, creando las bases para que
nuestra región marche hacia su verdadera autonomía a través del rescate y
difusión de esta y otras manifestaciones de la cultura popular. Ese rescate y
fortalecimiento de la identidad debe abarcar todos los sectores del ámbito regional, lo que permitirá su afianzamiento
por medio de programas o actividades dirigidas a tal fin.
Tomado de: “Manifestación Cultural San Pascual
Bailón en Libertad, Edo. Cojedes”. Autoras: Margarita Velázquez y Violeta
Montoya de Cobos
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