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jueves, 19 de noviembre de 2020

Cultura Unellez VIPI 42. Leyendas venezolanas. Mercedes Franco (entrega 3)

 

Mujer llanera. Imagen de Santos Kiroga en el archivo e Cultura Unellez Vipi



Todos los textos de esta entrega pertenecen a Mercedes Franco, escritora venezolana de prestigio internacional,  ganadora del Concurso Nacional de Cuentos y Relatos: Misterios y Fantasmas Clásicos de la Llanura "Ramón Villegas Izquiel", organizado por la UNELLEZ-San Carlos, en 1999.

Gracias por su visita

Isaías Medina López

Coordinador.




LA MONJA DE LA BUENA SUERTE (Mercedes Franco)

Hay un fantasma que la gente en Falcón ansía ver. Se trata de Sor Lérida, la Monja de la Buena Suerte. Según la tradición, esta monjita vivió en Coro en el siglo diecinueve. Amaba a los animales y al ver a un capataz golpeando a un pobre burro con un enorme garrote, Sor Lérida intervino.

No se sabe si fue adrede o por accidente, pero la buena mujer recibió sobre su cabeza el golpe dirigido al asno y falleció en el acto. Poco tiempo después un hacendado la vio, y desde ese día, su hacienda prosperó. Contaban que todo aquel que la veía obtenía instantáneamente una increíble buena suerte. Desde entonces los coreanos anhelan poder ver algún día a Sor Lérida, la Monja de la Buena Suerte.

 

 

MAYO (Mercedes Franco)

Mes de los fantasmas en el Llano. Las lluvias comienzan, los largos chubascos sabaneros comienzan a hacerse reverdecer el paisaje. Sin embargo, en todo el llano comienzan a oírse anécdotas: “A Juan García le salió el Maute embrujado”, “Pedrito Silva vio como un celaje, cerca de la laguna”. Y es que mayo es en el llano el mes de los fantasmas y las apariciones sobrenaturales.

En el llano venezolano, mayo es el mes de los pasos invisibles. La cruz de mayo relumbra en el cielo, en las noches más claras, mientras entre las hierbas altas deambulan sombras espectrales. El Silbón deja oír en Portuguesa su llamado, confundido con el canto de la “pavita”. Y cerca del Arauca, el Fin-fin lanza en la brisa sus golpes invisibles.

En Cojedes el Jinete sin Cabeza galopa en las noches de mayo. Y también el bravo Ezequiel Zamora, que por oscura traición perdió su vida. En el Guárico un becerro espectral persigue a los trasnochadores, con un bramido demoníaco. Y ¿qué decir de nuestros Llanos Orientales, donde el oscuro caballo de Piar galopa por los caminos sabaneros?

“Las lunas llaneras perturban el juicio”. Lo decía el maestro Don Rómulo Gallegos. Quien allá contemplado la luna de Barinas lo sabe bien. Esa luna de oro, alta y agorera, parece un sol nocturno entre los chaparrales. Esa luna de mayo alborota a la gente y a los animales, que empiezan a salir de sus madrigueras. Y alborota también a los fantasmas.

 

MÉDANO BLANCO (Mercedes Franco)

En la península de Paraguanà hay un extraño lugar llamado Médano Blanco. Refiere la tradición que quien pasa la noche en ese lugar, se quita la vida. Pareciera que existen allí fuerzas malignas, que perturban a la persona y lo llevan a atentar contra sí mismo. Los numerosos casos de suicidio en ese lugar parecieran confirmar tan curiosa creencia.

 

MOMOYES (Mercedes Franco)

Son los inquietos duendes de los Andes, que habitaban nuestras montañas mucho antes de la llegada de los conquistadores. Quienes han logrado verlos los describen como pequeños hombrecitos, de no más de 40 centímetros. Visten hermosos trajes a la usanza india, hechos con hojas y flores del monte. Usan penachos de coloridas plumas y en la mano llevan una rama verde, a manera de bastón.

Los Momoyes pueblan las lagunas y ríos de Mérida y Trujillo. Se les ha visto en la Laguna Negra del Páramo de Niquitao y en la laguna del Páramo de Guaramacal. Hacen sentir su presencia de mil maneras. Cantan bellas canciones, silban y hacen travesuras a viajeros y excursionistas: esconden los fósforos, botan los alimentos y extravían las cosas. Pero son duendes ecologistas y cuidan las lagunas andinas, así como la flora y la fauna de los páramos.

En Mérida se hablaba de un furioso Momoy que azotaba con su bastón a los que acampaban en el Páramo de La Culata, sobre todo si dejaban basura en el lugar. Incluso se cuenta que un excursionista descuidado lanzó una lata de refresco a una laguna y vio con asombro cómo aquel objeto contaminante del ambiente le fue devuelto violentamente por un Momoy.

Estos incansables duendes indios son alegres y benévolos, pero si te fastidian sus travesuras y quieres ahuyentarlos definitivamente, bastará con ignorarlos. Es algo que no pueden soportar.

 

MONO (Mercedes Franco)

Animal que puede personificar al Diablo. Generalmente se atribuye al mono facultades de imitador. Y se dice que el demonio es el gran imitador de Dios, que se presenta al hombre pretendiendo semejarse en poder y rango a su Creador. Cuentan que hubo en Valencia un hombre que se burlaba cruelmente de su madre cuando ésta le oraba al Sagrada Corazón de Jesús. Las burlas del hombre aumentaban cuando se embriagaba, lo cual era frecuente.

Un día, después de insultar a su madre y al Corazón de Jesús, se fue a dormir en su hamaca. Entonces vio frente a sí la imagen del Sagrado Corazón, en tamaño natural. El hombre enmudeció, y casi se desmaya de miedo cuando vio aquella imagen transformarse en un mono grande que le hacía horrendas muecas. Entonces corrió y se refugió en el regazo de su madre. Rezó a Dios junto a ella y se arrepintió de sus burlas.

Pero desde entonces debió dormir abrazado a un crucifijo, porque cada vez que se acostaba en la hamaca, por las cabuyeras de su hamaca comenzaba a bajar un mono pequeñito que sólo desaparecía al mostrarle la cruz.

 

 

MONSTRUO DEL ÁVILA (Mercedes Franco)

Muchos campesinos aseguran que en el Ávila existe un monstruo y que sus rugidos pueden escucharse algunas noches. La causa de esta leyenda es un misterio total. Sin embargo, los temores de los campesinos pudieran estar relacionados con un médico alemán que vivió en Galipán durante el pasado siglo y que según cuentan, conservaba momificadas a toda su familia a medida que morían, pues era un experto embalsamador. Desarrollaba experimentos que apuntaban a prolongar la vida después de la muerte.

Al morir el doctor su ayudante lo momificó y le inyectó el  suero experimental sobre el cual el alemán trabajaba. Dicen que el viejo doctor volvió a la vida en una especie de estado catatónico. No puede morir y recorre la montaña en las noches lamentando su destino.

 

MULA MANEADA (Mercedes Franco)

Esta extraña aparición data del siglo diecinueve. Es una mula espectral, con las patas amarradas. Resopla furiosa, lanzando llamaradas por el hocico. Cuenta la tradición que una mujer perversa llamada doña Ramona Esqueda, tenía una mula entrenada para dar mortales coces. La usaba para castigar a sus esclavos. La mula se fue volviendo cada vez más peligrosa. Fue preciso “manearla”, es decir amarrar sus patas para evitar las terribles patadas.

Comenzó la guerra de Independencia y la hacienda fue quemada. Los animales huyeron, menos aquella mula, que por estar maneada no pudo escapar. Concluida la guerra, comenzó a aparecer en los bloques la mula infernal, aterrorizando a los pacíficos campesinos que reiniciaban sus siembras devastadas por la larga lucha.

 

ENCANTADOS (Mercedes Franco)

Los encantados o encantadas del agua son espíritus fluviales de los ríos y pozos de montañas. Se habla de ellos en la Cordillera de la Costa, en los Andes y en todas las regiones montañosas de Venezuela. Se supone que cautiva a las jóvenes incautas y a los viajeros para llevarlos al fondo del agua, a vivir con ellos en sus palacios de cristal y espuma. Se presentan en forma de hermosas doncellas que se bañan y juegan alegremente en nuestras aguas dulces, al igual que las ninfas del agua en la mitología grecolatina. Si se les encuentra por casualidad, nunca debe dárseles algún regalo. Y si preguntan el nombre, hay que decirlo al revés, sólo así logrará escapar.

 

AVES DE MALA SUERTE (Mercedes Franco)

Hay, multitud de aves considerabas de mal agüero en Venezuela, como la Pavita, la Piscua o Pezgua, el Chaure, el Ches y el Guineo. Su canto se supone que anuncia la muerte de alguien cercano o la desgracia. Algunas personas extienden estas propiedades hasta el Cristofué.

Este tipo de pájaros son generalmente ahuyentados rápidamente cuando cantan cerca de alguna casa. Estas creencias parecieran venir directamente de la España medieval, en la cual había pájaros de canto agorero. En el Poema del Cid las huestes “oyeron la corneja siniestra”, significa que el ave cantaba a la izquierda, claro indicio de desgracia.

 

QUEBRADA DEL JASPE (Mercedes Franco)

En nuestro estado Amazonas, cerca del kilómetro 273, se revela una de las maravillas de nuestro país: La Quebrada del Jaspe, un lugar mágico donde la piedra roja, semipreciosa, colorea las aguas y las hace parecer de sangre. El sol golpea de lleno la impetuosa cascada. Un gran arcoíris se derrama sobre las rocas.

Esta quebrada tiene una rara leyenda: mucha gente en el lugar asegura que desde aquí comenzara el Apocalipsis.

 

RAPTOS MÁGICOS (Mercedes Franco)

Muchas personas aseguran haber sido raptadas por duendes y fantasmas. Una jovencita en Falcón afirmaba haber sido secuestrada por un Cereton que intentaba seducirla. Ella logro escapar y lo alejo embadurnando su cuerpo con  sangre de pescado, animal que parecen detestar los duendes. Otra muchacha de Barcelona, en el estado Anzoátegui, afirmaba haber sido sacada de su habitación durante la noche por una fuerza invisible, que la llevó a una montaña. Allí se encontró sola, en la oscuridad, pero una voz amable la tranquilizaba. Se durmió en brazos del desconocido. Al amanecer pensó que vería al fin el rostro de su gentil raptor, pero solo encontró miles de flores a su alrededor.


REBULLONES (Mercedes Franco)

En la novela Doña Bárbara, nuestro gran escritor Rómulo Gallegos habla de los Rebullones. Eran extraños pájaros portadores de la desgracia y la muerte, sedientos de sangre de vaca en el techo de la casa, para que bebieran.


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