(Nota: Obra tomada de El Llano en Voces Antología de la narrativa fantasmal cojedeña y de otras soledades, publicada por la UNELLEZ-San Carlos, Cojedes. Compilación de Isaías Medina López y Duglas Moreno, 2007)
Es grato celebrar la edición de un libro, pero es más importante y significativo reseñar la reedición de un buen ejemplar. En este caso, el libro de los amigos y profesores universitarios: Isaías Medina López y Duglas Moreno, quienes cumplieron con el cometido de una investigación propuesta a la Universidad de Los Llanos (UNELLEZ). Me refiero a “El Llano en Voces Antología de la narrativa fantasmal cojedeña y de otras soledades”, libro que recoge notables textos, aparte del rico y esclarecedor estudio introductorio aportado por los compiladores.
El libro sin lugar a dudas aporta al acervo cultura de la nación y me atrevería a decir, del continente, esa voz fantástica y otra que devela, guarda y muestra nuestros miedos ancestrales, nuestras creencias y mitologías como pueblos, nuestras voces de lo otro, de lo extraño, del testimonio y la enseñanza que como forma pedagógica los pueblo y las culturas tienen de poder decirnos y advertirnos sobre los peligros que entraña la noche, la impunidad, la injusticia, el actuar desaforado sin reglas sociales, del exceso de nuestra conductas.
Esos relatos lo tenemos presentes en esta edición como voces de lo colectivo, como voz de la oralidad, de la trasmisión de un parecer y creer que funda y sostiene elementos de la justicia y las creencias más allá de la formalidad de unos tribunales y unos juicios marcados por la dinámica social. Estos sentencias y actos, estas voces y espantos nos dicen, nos gritan que el hombre posee y manifiesta un alma, y que más allá del castigo
físico, está el moral, el castigo del alma, la que se puede perder por nuestros excesos, nuestros pecados, nuestros caprichos inhumanos e injustos.
Esta es una de las lecciones que recojo de estas humildes páginas, porque fueron registradas, contadas como historia, relatos y leyendas del llano, en realidad, es del ser humano. Aquí debo contar la anécdota que nos refiere el poeta brasileño Vinicius de Moraes en su libro “Para una muchacha con una flor” (Buenos Aires, Edicionesla Flor , 1977), en el que nos narra un “Cuento Carioca”, que estoy seguro, al leerlo junto a nuestros poetas, ni usted, querido lector, ni yo pudiésemos distinguir sí la historia es de
Brasil o de cualquier rincón del llano venezolano, no sabríamos decir cuál es el nuestros.
Otra hermosa y aleccionadora experiencia, con este singular libro la tuve en las aulas dela Universidad de Los Andes, tanto en la Facultad de Humanidades, como en la Arte y de Medicina, al leer estos relatos con mis alumnos, esperaba que lo encontraran como viejas historias de muertos y aparecidos, pero no, cada relato despertó el diálogo, la correlación de una historia semejante, incluso de alguna referencia que en el seno de las
familias de los jóvenes estudiantes estos habían heredado; tanto fue así que cambié la estrategia pedagógica y en vez de mostrar y ejemplificar sobre los distintos géneros literarios, realice talleres de creación y reescritura de los cuentos contenidos en ese necesario, justo, fundamental y básico libros “ El Llano en Voces. Antología dela Narrativa Fantasmal Cojedeña y de otras soledades”, donde usted encontrará “Palabras de la noche”, “Las voces de la tierra”, el estudio introductorio, una buena bibliografía y un vocabulario que, indiscutiblemente usted apreciará.
Es por ello que no se puede sino celebrar, contentarse por el bien nuestras raíces culturales, de nuestro patrimonio, festejar esta edición. Ojalá el nuevo recorrido que este libro emprende encuentre manos y ojos más amables que los míos. Manos que lo carguen de valores y enriquezcan sus historias, mitos, leyendas, anécdotas, relatos, es decir, las voces de lo otro, de la fantasmal, las voces de nuestra conciencia, esas que nos recuerdan las historias que recibimos de nuestros abuelos y padres, de sucesos que quizás pertenecen a nuestra cuadra o a nuestra familia. Queda en
sus manos esta construcción de nuestra historia y nuestro pueblo, queda en sus manos un memorable libro y una muy grata lectura.
Esos relatos lo tenemos presentes en esta edición como voces de lo colectivo, como voz de la oralidad, de la trasmisión de un parecer y creer que funda y sostiene elementos de la justicia y las creencias más allá de la formalidad de unos tribunales y unos juicios marcados por la dinámica social. Estos sentencias y actos, estas voces y espantos nos dicen, nos gritan que el hombre posee y manifiesta un alma, y que más allá del castigo
físico, está el moral, el castigo del alma, la que se puede perder por nuestros excesos, nuestros pecados, nuestros caprichos inhumanos e injustos.
Esta es una de las lecciones que recojo de estas humildes páginas, porque fueron registradas, contadas como historia, relatos y leyendas del llano, en realidad, es del ser humano. Aquí debo contar la anécdota que nos refiere el poeta brasileño Vinicius de Moraes en su libro “Para una muchacha con una flor” (Buenos Aires, Ediciones
Brasil o de cualquier rincón del llano venezolano, no sabríamos decir cuál es el nuestros.
Otra hermosa y aleccionadora experiencia, con este singular libro la tuve en las aulas de
familias de los jóvenes estudiantes estos habían heredado; tanto fue así que cambié la estrategia pedagógica y en vez de mostrar y ejemplificar sobre los distintos géneros literarios, realice talleres de creación y reescritura de los cuentos contenidos en ese necesario, justo, fundamental y básico libros “ El Llano en Voces. Antología de
Es por ello que no se puede sino celebrar, contentarse por el bien nuestras raíces culturales, de nuestro patrimonio, festejar esta edición. Ojalá el nuevo recorrido que este libro emprende encuentre manos y ojos más amables que los míos. Manos que lo carguen de valores y enriquezcan sus historias, mitos, leyendas, anécdotas, relatos, es decir, las voces de lo otro, de la fantasmal, las voces de nuestra conciencia, esas que nos recuerdan las historias que recibimos de nuestros abuelos y padres, de sucesos que quizás pertenecen a nuestra cuadra o a nuestra familia. Queda en
sus manos esta construcción de nuestra historia y nuestro pueblo, queda en sus manos un memorable libro y una muy grata lectura.
Prof. Héctor López.
Universidad de los Andes. Instituto de Investigaciones Literarias “González Picón Febres”. Mérida, 10 de Mayo de 2007.
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LEYENDAS DEL LLANO
Me parece maravilloso cuando se habla de nuestra cultura llanera, como hace referencia prof. Héctor López. Cuando habla acerca de la magnifica labor que han realizados los profesores: Isaías Medina y Douglas Morenos con su majestuoso libro titulado:“El Llano en Voces Antología de la narrativa fantasmal cojedeña y de otras soledades” que recoge textos y narrativas muy enriquecidas acerca de como es nuestro llanos; nuestras culturas, las creencias, costumbres, mitologías entre otros que identifica al buen llanero que realmente ama a su llano y que vive por el.
ResponderEliminarPedro Rojas,
San Carlos - Edo. Cojedes
Es importante que estas personas sin fines de lucro an desarrollado grandes escrituras y han dado a conocer mas sobre los mitos y leyendas que hacen vida en nuestro llano. cuando hablo de estas personas me refiero al profesor Isaias Medina López y Douglas Morenos .
ResponderEliminarCarlos Zambrano.