Todos los textos de esta entrega pertenecen a
Mercedes Franco, escritora venezolana de prestigio internacional, ganadora del Concurso Nacional de Cuentos y
Relatos: Misterios y Fantasmas Clásicos de la Llanura "Ramón Villegas
Izquiel", organizado por la UNELLEZ-San Carlos, en 1999.
Gracias por su visita
Isaías Medina López
Coordinador.
LA MONJA DE LA BUENA SUERTE (Mercedes Franco)
Hay un fantasma que la gente en Falcón ansía
ver. Se trata de Sor Lérida, la Monja de la Buena Suerte. Según la tradición,
esta monjita vivió en Coro en el siglo diecinueve. Amaba a los animales y al
ver a un capataz golpeando a un pobre burro con un enorme garrote, Sor Lérida intervino.
No se sabe si fue adrede o por accidente,
pero la buena mujer recibió sobre su cabeza el golpe dirigido al asno y
falleció en el acto. Poco tiempo después un hacendado la vio, y desde ese día,
su hacienda prosperó. Contaban que todo aquel que la veía obtenía
instantáneamente una increíble buena suerte. Desde entonces los coreanos
anhelan poder ver algún día a Sor Lérida, la Monja de la Buena Suerte.
MAYO
(Mercedes Franco)
Mes de los fantasmas en el Llano. Las lluvias
comienzan, los largos chubascos sabaneros comienzan a hacerse reverdecer el
paisaje. Sin embargo, en todo el llano comienzan a oírse anécdotas: “A Juan
García le salió el Maute embrujado”, “Pedrito Silva vio como un celaje, cerca
de la laguna”. Y es que mayo es en el llano el mes de los fantasmas y las
apariciones sobrenaturales.
En el llano venezolano, mayo es el mes de los
pasos invisibles. La cruz de mayo relumbra en el cielo, en las noches más
claras, mientras entre las hierbas altas deambulan sombras espectrales. El
Silbón deja oír en Portuguesa su llamado, confundido con el canto de la
“pavita”. Y cerca del Arauca, el Fin-fin lanza en la brisa sus golpes
invisibles.
En Cojedes el Jinete sin Cabeza galopa en las
noches de mayo. Y también el bravo Ezequiel Zamora, que por oscura traición
perdió su vida. En el Guárico un becerro espectral persigue a los
trasnochadores, con un bramido demoníaco. Y ¿qué decir de nuestros Llanos
Orientales, donde el oscuro caballo de Piar galopa por los caminos sabaneros?
“Las lunas llaneras perturban el juicio”. Lo
decía el maestro Don Rómulo Gallegos. Quien allá contemplado la luna de Barinas
lo sabe bien. Esa luna de oro, alta y agorera, parece un sol nocturno entre los
chaparrales. Esa luna de mayo alborota a la gente y a los animales, que empiezan
a salir de sus madrigueras. Y alborota también a los fantasmas.
MÉDANO
BLANCO (Mercedes Franco)
En la península de Paraguanà hay un extraño
lugar llamado Médano Blanco. Refiere la tradición que quien pasa la noche en
ese lugar, se quita la vida. Pareciera que existen allí fuerzas malignas, que
perturban a la persona y lo llevan a atentar contra sí mismo. Los numerosos
casos de suicidio en ese lugar parecieran confirmar tan curiosa creencia.
MOMOYES
(Mercedes Franco)
Son los inquietos duendes de los Andes, que
habitaban nuestras montañas mucho antes de la llegada de los conquistadores.
Quienes han logrado verlos los describen como pequeños hombrecitos, de no más
de 40 centímetros. Visten hermosos trajes a la usanza india, hechos con hojas y
flores del monte. Usan penachos de coloridas plumas y en la mano llevan una
rama verde, a manera de bastón.
Los Momoyes pueblan las lagunas y ríos de
Mérida y Trujillo. Se les ha visto en la Laguna Negra del Páramo de Niquitao y
en la laguna del Páramo de Guaramacal. Hacen sentir su presencia de mil
maneras. Cantan bellas canciones, silban y hacen travesuras a viajeros y
excursionistas: esconden los fósforos, botan los alimentos y extravían las
cosas. Pero son duendes ecologistas y cuidan las lagunas andinas, así como la
flora y la fauna de los páramos.
En Mérida se hablaba de un furioso Momoy que
azotaba con su bastón a los que acampaban en el Páramo de La Culata, sobre todo
si dejaban basura en el lugar. Incluso se cuenta que un excursionista
descuidado lanzó una lata de refresco a una laguna y vio con asombro cómo aquel
objeto contaminante del ambiente le fue devuelto violentamente por un Momoy.
Estos incansables duendes indios son alegres
y benévolos, pero si te fastidian sus travesuras y quieres ahuyentarlos definitivamente,
bastará con ignorarlos. Es algo que no pueden soportar.
MONO
(Mercedes Franco)
Animal que puede personificar al Diablo.
Generalmente se atribuye al mono facultades de imitador. Y se dice que el
demonio es el gran imitador de Dios, que se presenta al hombre pretendiendo
semejarse en poder y rango a su Creador. Cuentan que hubo en Valencia un hombre
que se burlaba cruelmente de su madre cuando ésta le oraba al Sagrada Corazón
de Jesús. Las burlas del hombre aumentaban cuando se embriagaba, lo cual era
frecuente.
Un día, después de insultar a su madre y al
Corazón de Jesús, se fue a dormir en su hamaca. Entonces vio frente a sí la
imagen del Sagrado Corazón, en tamaño natural. El hombre enmudeció, y casi se
desmaya de miedo cuando vio aquella imagen transformarse en un mono grande que
le hacía horrendas muecas. Entonces corrió y se refugió en el regazo de su
madre. Rezó a Dios junto a ella y se arrepintió de sus burlas.
Pero desde entonces debió dormir abrazado a
un crucifijo, porque cada vez que se acostaba en la hamaca, por las cabuyeras
de su hamaca comenzaba a bajar un mono pequeñito que sólo desaparecía al
mostrarle la cruz.
MONSTRUO
DEL ÁVILA (Mercedes Franco)
Muchos campesinos aseguran que en el Ávila
existe un monstruo y que sus rugidos pueden escucharse algunas noches. La causa
de esta leyenda es un misterio total. Sin embargo, los temores de los
campesinos pudieran estar relacionados con un médico alemán que vivió en
Galipán durante el pasado siglo y que según cuentan, conservaba momificadas a
toda su familia a medida que morían, pues era un experto embalsamador.
Desarrollaba experimentos que apuntaban a prolongar la vida después de la
muerte.
Al morir el doctor su ayudante lo momificó y
le inyectó el suero experimental sobre
el cual el alemán trabajaba. Dicen que el viejo doctor volvió a la vida en una
especie de estado catatónico. No puede morir y recorre la montaña en las noches
lamentando su destino.
MULA
MANEADA (Mercedes Franco)
Esta extraña aparición data del siglo
diecinueve. Es una mula espectral, con las patas amarradas. Resopla furiosa,
lanzando llamaradas por el hocico. Cuenta la tradición que una mujer perversa
llamada doña Ramona Esqueda, tenía una mula entrenada para dar mortales coces.
La usaba para castigar a sus esclavos. La mula se fue volviendo cada vez más
peligrosa. Fue preciso “manearla”, es decir amarrar sus patas para evitar las
terribles patadas.
Comenzó la guerra de Independencia y la
hacienda fue quemada. Los animales huyeron, menos aquella mula, que por estar maneada
no pudo escapar. Concluida la guerra, comenzó a aparecer en los bloques la mula
infernal, aterrorizando a los pacíficos campesinos que reiniciaban sus siembras
devastadas por la larga lucha.
ENCANTADOS
(Mercedes Franco)
Los encantados o encantadas del agua son
espíritus fluviales de los ríos y pozos de montañas. Se habla de ellos en la
Cordillera de la Costa, en los Andes y en todas las regiones montañosas de
Venezuela. Se supone que cautiva a las jóvenes incautas y a los viajeros para
llevarlos al fondo del agua, a vivir con ellos en sus palacios de cristal y
espuma. Se presentan en forma de hermosas doncellas que se bañan y juegan
alegremente en nuestras aguas dulces, al igual que las ninfas del agua en la
mitología grecolatina. Si se les encuentra por casualidad, nunca debe dárseles
algún regalo. Y si preguntan el nombre, hay que decirlo al revés, sólo así
logrará escapar.
AVES
DE MALA SUERTE (Mercedes Franco)
Hay, multitud de aves considerabas de mal
agüero en Venezuela, como la Pavita, la Piscua o Pezgua, el Chaure, el Ches y
el Guineo. Su canto se supone que anuncia la muerte de alguien cercano o la
desgracia. Algunas personas extienden estas propiedades hasta el Cristofué.
Este tipo de pájaros son generalmente
ahuyentados rápidamente cuando cantan cerca de alguna casa. Estas creencias
parecieran venir directamente de la España medieval, en la cual había pájaros
de canto agorero. En el Poema del Cid las huestes “oyeron la corneja
siniestra”, significa que el ave cantaba a la izquierda, claro indicio de
desgracia.
QUEBRADA
DEL JASPE (Mercedes Franco)
En nuestro estado Amazonas, cerca del
kilómetro 273, se revela una de las maravillas de nuestro país: La Quebrada del
Jaspe, un lugar mágico donde la piedra roja, semipreciosa, colorea las aguas y
las hace parecer de sangre. El sol golpea de lleno la impetuosa cascada. Un
gran arcoíris se derrama sobre las rocas.
Esta quebrada tiene una rara leyenda: mucha
gente en el lugar asegura que desde aquí comenzara el Apocalipsis.
RAPTOS
MÁGICOS (Mercedes Franco)
Muchas personas aseguran haber sido raptadas
por duendes y fantasmas. Una jovencita en Falcón afirmaba haber sido
secuestrada por un Cereton que intentaba seducirla. Ella logro escapar y lo
alejo embadurnando su cuerpo con sangre
de pescado, animal que parecen detestar los duendes. Otra muchacha de
Barcelona, en el estado Anzoátegui, afirmaba haber sido sacada de su habitación
durante la noche por una fuerza invisible, que la llevó a una montaña. Allí se
encontró sola, en la oscuridad, pero una voz amable la tranquilizaba. Se durmió
en brazos del desconocido. Al amanecer pensó que vería al fin el rostro de su
gentil raptor, pero solo encontró miles de flores a su alrededor.
REBULLONES (Mercedes Franco)
En la novela Doña Bárbara, nuestro gran
escritor Rómulo Gallegos habla de los Rebullones. Eran extraños pájaros
portadores de la desgracia y la muerte, sedientos de sangre de vaca en el techo
de la casa, para que bebieran.
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