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miércoles, 1 de julio de 2020

Cultura Unellez-VIPI 22. Historia del sicariato en Venezuela (Macapo, Cojedes, 1837). Argenis Agüero


Cerca de "La Cruz" se cometió el crimen.
Imagen en el archivo de Cultura Unellez-VIPI

Quizá muchos piensen que el sicariato en Venezuela es una modalidad delictiva reciente, pero no es así, pues en siglos pasados también se cometió este tipo de crimen en el país. En el caso del estado Cojedes hay evidencias de un caso que ocurrió en los alrededores de Macapo el 9 de abril de 1837, siendo la víctima el cuñado del General José Antonio Páez, el señor Carlos Hoppner, un irlandés que en Valencia hacía vida marital con la señora Luisa Páez, hermana del célebre prócer portugueseño. Hoppner era el propietario de gran parte de las tierras del actual municipio Lima Blanco, y como tal, periódicamente visitaba la zona para ejecutar el cobro compulsivo de “pisos” (tributo predial) a los campesinos que habitaban en Macapo y los numerosos caseríos de su entorno, lo cual fue la causa de su muerte violenta a manos de un sicario local.

Los hechos fueron los siguientes: La mañana del 10 de abril de 1837 llegó a San Carlos el cadáver de Hoppner, remitido desde Macapo por Alejandro Fernández el Juez de Paz de dicha comunidad; al llegar a la ciudad se le practicó el reconocimiento médico legal por parte de Juan Lizausaba, quien le encontró heridas en la espalda ocasionadas por “guáimaros” (perdigones), algunos de los cuales le habían traspasado el tórax a la altura de la tetilla derecha. Una de las personas encargadas de trasladar el cuerpo de Hoppner fue José Eulogio Reyes, vecino del caserío “La Danta”, quien declaró que ella había encontrado el cuerpo de Hoppner mientras buscaba unos burros. Además de Reyes también participaron en el traslado del cadáver los señores Juan Perdomo y Juan Hernández, ambos de Macapo. Según el testimonio de los declarantes el cuerpo fue encontrado al lado de su caballo, con todas sus pertenencias (no le robaron nada), en un paraje denominado “Las Guafitas”, a inmediaciones de “La Palomera”. Las pertenecías encontradas fueron las siguientes: un caballo color oscuro, los aperos de montar, una hoja montada en metal (espada), una mula color castaño, dos burros y una burra, tres enjalmas enlazadas, una hamaca y una frazada forrada, un paraguas y una levita de paño (inutilizada).

Al parecer el crimen fue cometido la noche del 9 de abril, según lo relató el joven José Bentura (sic) García, de 15 años, vecino de Tocuyito, quien era el acompañante de Hoppner, el cual relató lo siguiente:

“Yo iba delante como a distancia de diez o doce varas, habiendo bajado La Palomera tomando el camino que sigue a Macapo, a poco de haber andado, al pasar una quebradita, vi de golpe que salió el tiro tan cerca de él como a distancia de cinco varas y el fogonazo alumbró hasta la espada del Sr Hoppner, y en el acto el difunto dijo: ¡huy que me han matado! ¡…corre muchacho, escápate, vive!

El Tribunal de San Carlos, a cargo del Dr. Juan José Herrera (personaje vinculado a Páez, y cuñado del Coronel Fernando Figueredo) se trasladó a Macapo para iniciar las averiguaciones y el sábado 29 de abril llegó a la casa del Sr Esteban Rivas en el sitio de “Mapurite”, “ubicada como a ocho cuadras del lugar donde mataron a Hoppner”. En las investigaciones salieron a relucir varios nombres de sospechosos de haber participado en el crimen, uno de ellos fue Ignacio Rivas, quien al ser interrogado afirmó haber tenido “un encontronazo” con Hoppner tiempo atrás porque este anduvo con un grupo de ocho hombres armados (traídos de Tinaquillo) cobrando “pisos” y atropellando a los vecinos de Macapo, hasta el punto de haber herido a uno de los vecinos. Rivas Identificó a Justo Arráez (de Tinaquillo) como el jefe que comandaba el grupo armado, acusándolo de ser “el mismo que con una pandilla había cometido robos entre Tinaco y Tinaquillo a finales del gobierno español en 1821”.

Pablo Sandoval (de Macapo) declaró que había oído decir que alguien le ofreció pagarle 100 pesos a Ramón Barreto para que matara a Hoppner, también afirmó que “se oían rumores acerca de que quien había cometido el crimen era un indio de nombre Carmona”.

Ignacio Rivas, el principal indiciado, declaró que Juan de la Cruz Perdomo e Hilario Ruíz le habían contado que la misma tarde, poco antes de la muerte de Hoppner, habían visto “en el paradero de la mora, al pie de La Palomera, a dos hombres que no conocían, uno a pie y otro a caballo, armados de lanza y trabuco”. También declaró que el Comisionado de justicia de “Las Mesas”, jurisdicción de Tinaquillo, le había dicho que en esos días “andaban en las cercanías del Cerro Las Tetas unos siete hombres a caballo y uno de ellos era un tal Martín Polanco, prófugo de la cárcel pública”.

En la declaración de Ramón Barreto, vecino del caserío “El Taque”, expuso que a él le había ofrecido Juan José Castillo 100 pesos a nombre de Ramón Fernández para que matara a Hoppner, ofrecimiento que le hizo en una pulpería del sitio de “La Cruz”, en casa de Domingo Torres.

Miguel del Rosario declaró que él había oído el tiro cuando mataron a Hoppner, pero pensó que era la celebración de un casamiento que se realizaba en el caserío “El Guanábano”, como a diez cuadras de donde ocurrió el crimen.

Justo Arráez declaró que al ver que tenía perdido un pleito que mantenía con Hoppner, Ramón Fernández les escribió a Ignacio Rivas y a Juan José Álvarez para que buscaran dos hombres que mataran a Hoppner cuando este se moviese desde San Carlos a Macapo. Aseguró que Rivas había buscado a Victoriano Peñaloza y Álvarez buscó a Juan Hipólito Martínez, siendo este último el que hizo el disparo que mató a Hoppner y Peñaloza le acompañó a cometer el crimen; también acotó que esa misma noche se estaba realizando un velorio de cruz en “La Aguadita”. De las declaraciones de los testigos se deduce que el camino real iba de Tinaco y pasaba por “La Cruz”, luego subía a “Las Palomeras”, y allí se separaba el camino que iba a Macapo, del camino que seguía hacia “Las Palmas” (actualmente es la carretera vieja entre Las Lajitas y Las Palmas).

Miguel del Castillo declaró que Victoriano Peñaloza e Hipólito Martínez pasaron por el patio de su casa en el camino de Macapo, pero él supuso que ellos venían de “Las Macanillas” (donde vivían), sin embargo vio que Peñaloza cargaba un fusil y Martínez una carabina.

En el proceso de las investigaciones fueron interrogados los siguientes testigos: Trinidad Soto, Juan Pedro Rodríguez, Carlos Barrios, Juan José Álvarez, Raimundo Fernández, Domingo Fernández, Hilario Ruiz, Miguel Del Rosario (todos de Macapo); José Antonio Soto (de Vallecito); Juan José Castillo (de El Jengibre); Cándido Villalobos (vivía en el camino a La Aguadita), y Juan Torralva (caserío El Salto).

La investigación realizada por el Tribunal permite inferir que el pleito entre Ramón Fernández y Carlos Hoppner fue causado por la posesión de los terrenos de Macapo, los cuales este último había comprado al Coronel Juan Uslar (bisabuelo del Dr Arturo Uslar Pietri), quien a su vez los había adquirido de Luis Sevilla, descendiente del conquistador Damián Sevilla.

Laureano Villanueva Estraño (padre del Dr Laureano Villanueva) era el Jefe Político del Cantón San Carlos (territorio que abarcaba en ese momento la superficie que actualmente ocupan los municipios Ricaurte, Anzoátegui, Rómulo Gallegos, Tinaco, Lima Blanco y Tinaquillo, del actual estado Cojedes).

La información final y el veredicto del Tribunal se desconocen debido a que falta el último legajo del expediente criminal que estaba localizado en el Registro Principal de San Carlos (recientemente me comentó el investigador Daniel Chirinos que el documento había sido destruido por los insectos). Sin embargo los datos recabados permiten determinar que este crimen fue una reacción defensiva de los pobladores de Macapo y sus alrededores, explotados y maltratados por Carlos Hoppner, poderoso personaje que se sentía amparado por no su poder económico y por el vínculo familiar (cuñado) con el poderoso General José Antonio Páez, quien pese a no desempeñar en ese momento la presidencia de la Republica representaba “el poder detrás del trono”, ya que en 1837 el Presidente era el General Soublette, quien había llegado a dicho cargo con el apoyo de Páez.

Por las declaraciones de los testigos se infiere que quien hizo el disparo que mató a Hoppner (autor material) fue Juan Hipólito Martínez, acompañado de Victoriano Peñaloza (su cómplice), y ambos habían sido contratados por Ignacio Rivas, siguiendo la orden y con financiamiento de Ramón Fernández, el autor intelectual del crimen. Este hecho criminal constituye el primer sicariato perpetrado en tierras cojedeñas.

Además de la trascendencia histórica del hecho en sí, los datos reflejados en el testimonio de los declarantes permiten obtener una clara referenciación geohistórica de la región de Macapo, con lo cual pueden identificarse numerosos caseríos que ya existían en 1837 y que, en la actualidad, se mantienen como comunidades activas, entre estas se encuentran: La Danta, Las Lajitas, El Salto, La Aguadita, Las Mesas, El Guanábano, El Taque, La Cruz, Macanillas, Vallecito, El Jengibre, Las Palmas, Caramacate y Macapo. Igualmente se mencionan diversos apellidos, tradicionalmente asociados a esa micro-región cojedeña, entre los que destacan los siguientes: Fernández, Sandoval, Soto, Rivas, Castillo, Rodríguez.

Nota: Casualmente y como dato curioso, 12 años más tarde el General Páez se rindió ante las tropas del General Silva en un lugar cercano (Campo Monagas) a donde mataron a su cuñado, y con esa Capitulación cerró su vida militar activa.

Le invitamos a leer de este autor: 

La Virgen del Socorro aparecida de La Guamita (Argenis Agüero)

http://letrasllaneras.blogspot.com/2017/03/la-virgen-del-socorro-aparecida-de-la.html

 

SAN ANTONIO DE BERRÍO: EL PRIMER PUEBLO FUNDADO EN COJEDES (Argenis Agüero)

http://letrasllaneras.blogspot.com/2018/04/san-antonio-de-berrio-el-primer-pueblo.html


Cultura Unellez-VIPI 19. Ezequiel Zamora y la batalla de Casupo, Tinaquillo, Cojedes (Argenis Agüero)

http://vinculoperenne2011.blogspot.com/2020/07/cultura-unellez-vipi-19-ezequiel-zamora.html



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